Estamos acostumbrados a pensar en los lácteos como la única fuente para la obtención de calcio, pero ¿qué sucede en realidad con el calcio de la leche? Tal y como nos explican los nutricionistas, los lácteos son pobres en magnesio, por tanto, el calcio no se fija adecuadamente en nuestros huesos.


Tampoco debemos pasar por alto un aspecto importante. Son muchas las personas que sufren intolerancia a la lactosa, puesto que esta enzima de origen animal no siempre se logra procesar adecuadamente en nuestro organismo. Entonces, ¿qué podemos hacer? Puesto que somos precisamente las mujeres quienes más necesitamos de esas dosis complementarias de calcio con las cuales cuidar de nuestros huesos, queremos descubrirte una interesante alternativa: Las semillas.


1. Semillas de erísimo

Las semillas de erísimo puedes encontrarlas en cualquier tienda natural.Debes saber que su porcentaje de calcio es el más elevado de entre todo el listado que te presentamos. Son adecuadas para todo tipo de personas y no presentan ningún efecto secundario.
  • Las semillas de erísimo son ricas en vitaminas, taninos y en antioxidantes.
  • Para consumirlas, basta con hervirlas durante 10 minutos. Tienen buen sabor y puedes hacer ricas infusiones e incluso combinarlas con muchos platos. De hecho, suelen utilizarse mezcladas con la mostaza.
  • También son adecuadas para problemas de garganta, como infecciones o incluso para afonías.


2. Semillas de sésamo

Son las segundas semillas más ricas en calcio, pero recuerda que, para beneficiarte de ellas, siempre será conveniente consumirlas crudas.
  • Las semillas de sésamo son ricas en calcio y en hierro. Que no te engañe su pequeño tamaño, porque son fuentes naturales de vitaminas y minerales, ideales para el día a día.
  • Son ricas en proteínas, grasas poliinsaturadas y numerosos nutrientes.
  • Puedes utilizarlas como excelente condimentos para nuestras ensaladas o en cualquier plato, pero recuerda: siempre en forma natural, no las tuestes.

3. Semillas de chía

Te hemos hablado en numerosas ocasiones en nuestro espacio de los beneficios de las semillas de chía. Son magníficas. Te recordamos sus aspectos más destacables:
  • Las semillas de chía son un tesoro natural de vitaminas, minerales, antioxidantes y fitonutrientes que no debes perderte.
  • Normalmente se habla de las semillas de chía como un superalimento, puesto que son ideales para darnos energía, para aportarnos esos nutrientes, proteínas y ácidos grasos de origen vegetal, perfectos para nuestro día a día. ¡Y sin subir de peso!
  • Puedes combinar semillas de chía en tus batidos o en las bebidas que desees. Conseguirás una fuente natural de calcio excelente cada día.

4. Semillas de lino o linaza



¿Tienes semillas de lino o linaza en casa? Si no es así, no dudes en acercarte a cualquier tienda natural o supermercado especializado. Son una fuente de calcio muy destacable que fortalecerá tus huesos, cuidará de tu salud y, además, impedirá que subas de peso.


  • Son muy ricas en fibra y en vitaminas.
  • Combaten las inflamaciones y las retenciones de líquidos.
  • Cuidan de tu piel, fortalecen el cabello y la salud de tus uñas.
  • Mejoran tus digestiones y son muy adecuadas para tomar cada día.
  • Puedes combinar semillas de lino o linaza en los yogures, en los batidos e incluso en las ensaladas. Si te gusta hacer postres y reposterías, no dudes en incluirlas en panes o tartas. Te encantarán.

5. Semillas de loto


¿Has oído hablar alguna vez de las semillas de loto? ¡Son excelentes! Sabrosas, carnosas y ricas en calcio.
  • Disponen de propiedades antienvejecimiento.
  • Son una fuente de proteínas, magnesio, potasio y fósforo.
  • Nos permiten combatir el colesterol malo y, además, disponen de altas cantidades de hierro y cinc, entre otros oligoelementos.

  • La medicina oriental las considera muy curativas, en especial para todos los aspectos relacionados con los huesos y el corazón.
  • Para beneficiarte de ellas, basta con coger 100 gramos y cocerlas durante 20 minutos. Tómalas como si comieras almendras: son realmente sanas a pesar de sus sabor ligeramente amargo.

6. Semillas de girasol




¿Cuántas semillas de girasol podemos consumir al día? Lo recomendable son una o dos cucharadas, es decir, entre 20 y 40 gramos. Recuerda también que para obtener las dosis de calcio presentes en las semillas de girasol, es mejor tomarlas crudas y secas. Tampoco les añadas sal, puesto que, como ya sabes, es contraproducente para nuestra salud, a pesar de lo adictivas que nos puedan resultar de este modo.

¿Sabes cuántos beneficios nos aportan las semillas de girasol? Toma nota:



  • Disponen de un alto contenido de ácidos grasos.
  • Las pipas de girasol son ricas en minerales como el fósforo, potasio, magnesio, calcio…
  • Mejoran nuestra circulación sanguínea.
  • Al ser tan ricas en potasio y magnesio, son muy útiles, por ejemplo, en estados de cansancio y agotamiento.
  • Tampoco podemos pasar por alto sus adecuados niveles de fósforo y magnesio, ideales para cuidar de nuestra salud cerebral.
  • Son muy ricas en ácido fólico.
  • Las semillas de girasol nos permiten fortalecer el sistema inmunológico, ya que elevan nuestras defensas.
  • ¿Sabías que son también perfectas para obtener nuestras dosis de vitamina B1? Gracias a ello podremos prevenir el cansancio y aliviar los nervios. ¡Y están riquísimas!



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