El sarpullido (también llamado salpullido) es una erupción cutánea que aparece en forma de pequeños bultos de piel enrojecida y casi siempre va acompañado de picazón (comezón) e irritación.
A veces el sarpullido es un síntoma de alguna enfermedad de la piel como el eczema o la psoriasis. Otras veces la causa es alguna alergia a comidas, medicamentos o productos como el jabón, cremas o cosméticos. La joyería de fantasía también puede provocar el sarpullido (dermatitis por contacto). Otras causas del sarpullido incluyen piquetes de insecto, contacto con plantas venenosas, infecciones de la piel por hongos e higiene pobre. En algunas ocasiones el sarpullido puede ser un síntoma de algún virus más serio.
Generalmente los sarpullidos desaparecen por sí solos en cuestión de días. Pero si es una erupción cutánea seria, no mejora o está acompañado de otros síntomas, es recomendable consultar con un doctor.
Cómo tratar sarpullidos en la piel
Para sarpullidos leves existen varios remedios caseros y naturales que pueden aplicarse para aliviar la picazón y la irritación.
1. Sábila
Por qué sirve
La sábila, también conocida como aloe vera, es uno de los mejores remedios naturales para regenerar la piel. Las propiedades anti inflamatorias de la sábila y su contenido en vitamina C y E ayudan a la piel a sanar.
Aplicación
Se pela una penca de sábila y se lava bien el gel. Se corta en pedacitos y se licúa. Se aplica sobre el área afectada. Para mejores resultados se puede refrigerar antes de aplicar.
2. Bicarbonato de sodio y aceite de coco
Por qué sirve
El bicarbonato de sodio ayuda a aliviar la picazón y calmar la inflamación. No se recomienda dejar el bicarbonato de sodio mucho rato sobre la piel porque puede provocar irritación.
El aceite de coco humecta y nutre la piel. Además las propiedades anti fúngicas del aceite de coco ayudan a eliminar infecciones de hongos.
Aplicación
Se hace una pasta mezclando aceite de coco con bicarbonato de sodio y se aplica sobre el área afectada como si fuera una crema durante 5 minutos. Otra opción es darse un baño de tina y agregarle bicarbonato de sodio al agua.
3. Arcilla verde con vinagre de manzana
Por qué sirve
Tanto la arcilla verde como el vinagre de manzana pueden aliviar la picazón, lo cual hace que sean dos excelentes ingredientes para hacer una compresa para sarpullidos.
Aplicación
Se mezcla la arcilla verde con el vinagre de manzana hasta que se forme una consistencia como de pintura gruesa. Se pone sobre el área afectada. Se deja por unos 10 minutos y se lava.
4. Avena
Por qué sirve
La avena es un remedio muy antiguo para la picazón, en especial para el sarpullido causado por la varicela. La avena también alivia la piel reseca.
Aplicación
Para aliviar el sarpullido, licúe una taza de copos de avena hasta que se haga polvo. Agregue el polvo de avena al agua de la tina. Puede quedarse el tiempo que desee.
5. Pasta de dientes
Por qué sirve
La pasta de dientes es un producto que podemos encontrar fácilmente en el hogar y contiene menta. La menta alivia la picazón. Sin embargo, algunos estudios han encontrado que la pasta de dientes irrita la piel y por eso muchos profesionales no recomiendan usar este remedio.
Aplicación
Para un sarpullido provocado por la picadura de un insecto se aplica la pasta de dientes sobre la parte afectada. Si se irrita la piel, se debe lavar de inmediato.
6. Compresas de agua fría
Por qué sirve
El agua fría desinflama y alivia. Además es un remedio casero muy fácil y efectivo.
Aplicación
Se llena un recipiente con agua y se le agregan unos cubos de hielo. Se moja una toallita limpia con el agua y se aplica sobre la parte afectada.
Lociones naturales para el sarpullido
Té de manzanilla
El té de manzanilla tiene propiedades anti inflamatorias que lo hacen un buen remedio para el sarpullido. Para aplicarlo simplemente se hace la infusión y se le agregan unos cubitos de hielo. Se aplica ya sea con un algodón o con una gaza.
Infusión de menta
Una de las recomendaciones para aliviar el sarpullido es refrescar la piel. La menta es una hierba muy refrescante por lo que es una buena opción. Se pone un puño de hojas de menta en una taza de agua hirviendo. Se deja posar hasta que se enfríe. Se cuela y se pone como loción sobre la parte afectada.
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